Thursday, September 22, 2011

"Avant-Folk": la mágica conjunción electroacústica de Macari y Sotelo











HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el momento de hablar del MACARI-SOTELO ENSMABLE ELECTROACÚSTICO, el cual surgió en 2007, según palabras de sus mismos componentes, “como una necesidad de explorar otras formas de composición y ensamble dentro del vasto mundo de los cordófonos… Esta agrupación encuentra su raíz en la fusión de géneros y estilos que han formado a sus integrantes a lo largo de su trayectoria.” Y de hecho, Eblen Macari y Mauricio Sotelo son cualquier cosa menos novatos en esto de la fusión y la vanguardia musical de México: el primero es un veterano guitarrista especializado en la fusión contemporánea de predominancia acústica, y de hecho, su origen libanés le ha permitido contar con una óptica privilegiada para la creación musical de atmósferas añejas bajo una nueva luz a lo largo de su extensa trayectoria; el segundo no es nada menos que el encargado de las cuerdas en CABEZAS DE CERA, una de las bandas más llamativas de la vanguardia progresiva mexicana de los últimos 15 años. El sonido global del MACARI-SOTELO ENSAMBLE ELECTROACÚSTICO tira más del lado de Macari, pero Sotelo es para nada foráneo a estas exploraciones sonoras, pues él siempre ha sido un inquieto lutier de las cuerdas, además de que siempre ha existido un elemento de fusión acústica dentro del caleidoscopio estilístico de CABEZAS DE CERA. El dúo se convierte en trío con la presencia de un hijo de Macari, Eblen Macari M., desde el rol de percusionista: darbuka, cajón peruano, pandero jarocho, platillos y djembé. Este rol que en varias ocasiones se hace destacar en el realce de algunos matices e intensidades en ciertas piezas del repertorio. Pasemos en el siguiente párrafo a describir el repertorio de “Avant-Folk”.

La línea de trabajo es clara desde el mismísimo momento del inicio del álbum y en todo su trascurso: ‘Jarana Avant-Folk’ tiene un aire sereno pero evidentemente ágil, agilidad que incrementa su prestancia y vibración en ‘In Memoriam’, el primer momento plenamente extrovertido del álbum. Con su tránsito hacia una coda calmada, ‘In Memoriam’ deja su legado de expresividad a ‘La Ruda’, pieza que mantiene una sensibilidad colorida, pero con una actitud más controlada que permite al trío incorporar una notable variedad de matices en el trascurso del juego instrumental sin que la ilación se siente forzada. ‘Costa Fenicia’ porta un exotismo cautivante, con un destaque especial de las percusiones en tanto que establecen la definición de la línea argumental de la pieza; por el contrario, en ‘Oceáno Mar’ es la dupla de guitarras la que ocupa el núcleo esencial del esquema sonoro en curso. Lo que viene a continuación es la secuencia de tres piezas sucesivamente tituladas ‘Tríp-’, ‘Ti-’ y ‘Co-’: se trata de una ocasión para que Sotelo luzca su Chapman Stick, primero en una proyección de corte psicodélico, luego elaborando colores espaciales sobre la firme base de los rasgueos de Macari, y finalmente, gestando una celebración folk-rockera que nos recuerda a los momentos acústicos de Cabezas De Cera con algunos matices a lo Tony Levin en su faceta fusionesca. ‘De Beirut A Cosamaloapán’ es una antigua composición de Macari que se rescata para este álbum para que aporte una espiritualidad vigorosa y grácil después de la exploración por recovecos psicodélicos que tuvo lugar en el tríptico temático precedente. En cuanto a ‘Balada’, bueno, no es precisamente una balada sino un despliegue electro-acústico que, una vez más, nos devuelve a la faceta fusionesca de CABEZAS DE CERA. La compleja estructura rítmica de la pieza es manejada con pulcra naturalidad, pero si de complejidad se trata, ‘Brisa’ se lleva la medalla de oro con su alucinantemente sofisticada manera de recrear y reconstruir motivos y cadencias fusionescas en un equilibrio entre energía y delicadeza. Esta pieza puede muy bien describirse como la cumbre climática del disco, recibiendo directamente la herencia de las ambientaciones vibrantes de ‘In Memoriam’ y ‘La Ruda’. Los últimos 6 minutos del álbum están ocupados por ‘Guitarra Avant-Folk’ y ‘Brilarma’, sucesivamente: el primero de estos temas tiene una agilidad ya recurrente en los ambientes prioritarios que hemos apreciado a lo largo del álbum, mientras que el último explora cadencias arábigas con un espíritu un poco más reposado, aunque para nada lánguido.

Esta fue la experiencia de “Avant-Folk”, una experiencia de disfrute de varios modos de celebración del colorido hecho sonido: los dos Macaris y el Sr. Sotelo han gestado una obra tan agradable como aventurera, un tapiz de fusión electro-acústica pintado con los pinceles de la fineza y la lucidez intuitiva.


Muestras de “Avant-Folk”.-
Costa Fenicia: http://www.myspace.com/avantfolkmexico/music/songs/costa-fenicia-mp3-73095987
Brisa: http://www.myspace.com/avantfolkmexico/music/songs/brisa-mp3-73568207

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