Monday, May 30, 2016

Ciclos y collages de LES MINOTS


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos toca prestar atención al grupo argentino LES MINOTS, un ensamble jazz-progresivo que tiene la peculiaridad de contar con dos bajistas en su alineación: de hecho, son estos dos bajistas, Federico Ruhl y Mario Ardiles, los instigadores de la creación de este grupo tan peculiar. Dicho sea de paso, también es justo calificar a este grupo bonaerense de talentoso y fabuloso, pero por lo pronto, sigamos con nuestro breve repaso histórico introductorio: el blog de Bandcamp de la banda señala que la motivación primigenia de su origen fue “la necesidad de compartir ideas y sentimientos musicales entre Federico Ruhl y Mario Ardiles”, pero pronto la armazón del proyecto fue más allá de la simple presencia dialogal de ambos bajistas para abrir campo al piano como recursos melódico importante y cimentar el aspecto rítmico con un baterista. Así pues, la primera alineación estable de LES MINOTS se completó con el pianista Claudio Loisotto y el baterista Francisco Paz. Los bajos interactúan intercambiando roles de precisar fijaciones de grooves y crear elegantes ornamentos melódicos, todo ello en nombre de una propuesta que busca establecer una voz nueva dentro de la vanguardia fusionesca contemporánea de la siempre inquieta y prolífica escena musical argentina. “Pequeños Ciclos” es el ítem con el que LES MINOTS hicieron su primer acto de presencia en el mundo fonográfico: grabado entre setiembre del 2011 y febrero del 2012, salió al ojo del público a inicios de diciembre del mismo año 2012. Una característica peculiar del disco es que su lista de temas se conecta con ruidos ambientales de un bosque en horas nocturnas (grillos, brisa ligera, todo eso), lo cual expone la idea de que la música contenida en el disco es el fondo de lujo para una relajada excursión forestal, un paseo por el mundo que es también un paseo por los recovecos del yo interior. Los colaboradores itinerantes del cuarteto en este disco fueron el vocalista Jorge Palabecino (más bien un amigo permanente), el bandoneísta Norberto Vogel, el guitarrista francés Jean Christoph Maillard y el percusionista Gustavo Pérez.


Estando a cargo de abrir el repertorio de “Pequeños Ciclos”, ‘Camilo’ nos muestra una serie de elegantes texturas fusionescas dentro de un esquema rítmico que se siente genuinamente sosegado a contrapelo del talante extrovertido que no esconde. Los dos bajos se hermanan ágilmente a través del groove que alimenta el jam básico de la pieza. ‘Detrás Del Jardín’ nos remite en sus primeras instancias a horizontes cándidamente introspectivos, holgadamente complaciéndose en flotar en una lánguida placidez, pero más adelante se ilumina la travesía con un revuelo sobriamente alegre cuando el ensamble utiliza un vibrante compás de 5/4. Este interludio no es muy extenso pero ejerce suficiente influencia como para dejar una huella sutil en la sección epilogal, la cual regresa de lleno a lo introspectivo. Ocupando el ecuador del álbum, ‘Mille’ también instaura un cénit del mismo. Durando poco más de 7 minutos, esta pieza explora colores y vibraciones tangueras no solo con el armado de un intimista swing porteño sino también con la inclusión del bandoneón y la guitarra acústica dentro del entramado sonoro. Los sofisticados ornamentos percusivos que realiza el baterista estimulan el despliegue señorial del bagaje instrumental en curso. La razón del título de este bellísimo tema es que interviene en él el guitarrista Jean Christophe Maillard, quien forma parte del ensamble liderado por el acordeonista francés Daniel Mille. ‘Para Alagoas’ vuelve a la dimensión intimista del grupo, pero no al modo de la placidez reinante en la primera sección de ‘Detrás Del Jardín’ sino al modo de la revelación sistemática de una tensión interior. De este modo se explica que la dupla de bajos exhiba, con la exquisitez habitual, sus filos más robustos durante el desarrollo del jam. Cierra el catálogo del álbum ‘Gema’, pieza que en su espacio de 6 ½ minutos desarrolla un viaje minimalista que nos recuerda en parte al paradigma de TORTOISE, así como al estándar de la psicodelia progresiva, aunque como siempre, es manejada con la sobriedad arquitectónica a la cual el grupo es irrefrenablemente adepto.

les minots - les minots

El año 2015 nos trae la segunda placa fonográfica de LES MINOTS, la cual se titula al igual que el grupo. Ahora transformado en quinteto con la incorporación de Jorge Palabecino al canto y las percusiones, y dos nuevas incorporaciones a bordo, el bajista Federico Suárez en reemplazo de Ardiles y Alejandro Romero en lugar de Paz, el grupo apunta a una serie de explayamientos sónicos más definida dentro de su fielmente preservado esquema sonoro; todavía se advierte con total claridad es confluencia de ingenio y agilidad que apreciamos en el disco de debut. En todo caso, este aumento de fulgor en el paisaje sonoro esencial de la banda permite a sus inquietudes fusionescas gozar de más espacios para asentarse y añadir un poco más de robustez a los grooves y atmósferas creados para cada pieza particular. El disco fue grabado entre los meses de mayo y setiembre del año 2015, un tiempo prudencial para dejar que el madurado bloque sonoro de la banda cuaje en sus manifestaciones planeadas para los poco menos de 50 minutos que dura “Les Minots”. Los primeros 7 minutos del repertorio de este disco homónimo están ocupados por ‘Nuevo Sol De Otoño’, una pieza cadenciosa en la cual el piano y los bajos cuentan con espacios suficientes para respirar sin romper con el aire de mayestática sobriedad con el que el motif central se instala y refuerza. El swing básico porta un talante expresionista que está claramente alimentado del folklore criollo sudamericano, a veces intensificando sus cadencias en algunos pasajes estratégicos. Con la dupla de ‘Collage A La Rossini’ y ‘Metamorfosis’, la banda asienta firmemente su voz mientras se dispone a enriquecerla durante el trazado del camino para sus diversas expresiones. ‘Collage A La Rossini’ – una de las piezas con letra del álbum – combina grácilmente tintes argentinos y brasileños en su armazón global, estableciendo una atmósfera de sobria extroversión; por su parte, ‘Metamorfosis’ se centra en aires reflexivos que primero se focalizan en una vibración introspectiva, para luego soltarse un poco y proyectarse a una agilidad serena desde la cual lo reflexivo adquiere una dinámica un poco más luminosa.

  

Cuando llega el turno de la pieza titulada ‘Pesadilla De Un Sarandí’, la gente de LES MINOTS decide a explorar a fondo sus recursos de testimonio introspectivo, usando la clave rítmica del blues para realzar eficazmente la languidez y la onírica emotividad que marcan el desarrollo temático. Algunos aires de familia notamos con las épocas jazzeras de LITTO NEBBIA. ‘De Mi Río’ tiene unos afluentes musicales que surgen del solipsismo intimista que signó a la pieza precedente, pero se nota que hay un explayamiento de colores sonoros más vibrantes. El entramado de los dos bajos y el piano es simplemente delicioso. Si con la secuencia de los tres primeros temas el quinteto había hecho una especie de “declaración de principios”, los dos siguientes logran establecer un plan de pautas regulativas para el asentamiento de las coordenadas eclécticas bajo las cuales emergen las ambientaciones más recurrentes del álbum. ‘El Gris’ trabaja con una atmósfera otoñal bajo un tenor amable: los recursos de calidez vienen de parte de las bases de piano y de las percusiones, mientras el canto refuerza el candor evocativo en torno al cual se articula el desarrollo temático. ‘Esperanza De Negro’ intensifica el nervio pulsátil del ensamble pero no para llevarlo al terreno de lo extrovertido sino para catapultar la misma ambientación otoñal que caracterizó a ‘El Gris’ hacia los senderos de una extraña ansiedad que parece ansiar que algunas heridas del ayer se cierren de una buena vez. A través de la sobria elegancia que resulta inapelablemente esencial al esquema de trabajo del grupo se siente una inquietud espiritual decidida a expresarse con pleno vigor. Siendo la pieza más extensa del álbum con sus casi 8 ¾ minutos de duración (además de la cuarta con letra), ‘Niña Luna’ cierra el álbum con una exhibición de vitalidad fusionesca, la cual aparece oportunamente alimentada por algunos grooves de inspiración funky (un poco a lo HERBIE HANCOCK). En esta circunstancia, no es de extrañar que la batería se haga notar de manera especial dentro del entramado instrumental. Todo esto fue “Les Minots”, un catálogo de casi 50 minutos de duración que nos confirma a todas luces que el ensamble de LES MINOTS encarna una de las personalidades más señoriales de la avanzada jazz-fusión-progresiva de Argentina en el momento presente.


Definitivamente, “Pequeños Ciclos” y “Les Minots” son ítems obligados en toda buena colección de vanguardias eclécticas contemporáneas. ¡Aguardamos más trabajos musicales de su cosecha en el futuro cercano!


Muestras de LES MINOTS.-
Mille [en vivo en Ojo Rojo]: https://www.youtube.com/watch?v=Wf1TOXwNj2Y

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