Monday, May 22, 2017

ANAÏD: unión de disciplina y libertad en la expresión de la vanguardia progresiva francesa


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIEITCAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy saldamos una gran deuda melómana pendiente que teníamos desde fines de julio del pasado año 2016: nos referimos a esta reseña sobre el disco del grupo francés ANAÏD que se titula “Libertad” y que en su momento fue publicado por el sello Musea Records. Pero antes de seguir adelante con esta novedad, hagamos un poco de historia. ANAÏD surgió en la segunda mitad de los 80s bajo la iniciativa conjunta de la cantante-teclista Emmanuelle Lionet y el vibrafonista-percusionista Jean-Max Delva con el norte estético de cultivar una enérgica y colorida mezcla de Zeuhl y jazz-rock dentro de un encuadre progresivo fusionesco. Así, el grupo gestó dos estupendo álbumes – “Vêtue De Noir” y “Belladonna” – donde los legados de COS, ZAO, POTEMKINE, SOFT MACHINE, RETURN TO FOREVER y el GONG de la época liderada por el inmortal Pierre Moerlen se combinaban en una ingeniería musical sólida y atrapante. En los primeros tiempos de ANAÏD, el encargado de las funciones de bajista era nada más ni nada menos que Hugh Hopper (el mismo pionero que pasó por las filas de SOFT MACHINE, ISOTOPE, GILGAMESH y SOFT HEAP, entre otros), mientras que el guitarrista era Patrice Meyer (colaborador del propio Hopper y de Pip Pyle, otra figura legendaria del Canterbury). A inicios de los 90s, el grupo se disolvió, pero justamente en este segundo decenio del nuevo milenio, Lionet y Delva volvieron a unir fuerzas, contando con dos nuevas presencias para completar el cuarteto: el joven talento de la guitarra Alexis Delva y el bajista Ludovic Métayer. Jean-Max ahora se concentra más en la batería sin abandonar el vibráfono, además de que él y Métayer aportan labores adicionales a los teclados junto a la labor permanente de Lionet en dicho rubro. Fue así que “Libertad” se hizo realidad y se erigió en uno de los ítems más importantes de la producción avant-progresiva del año 2016. Veamos ahora los detalles de su repertorio paso a paso.


‘Barcelona’ ocupa un espacio un poco mayor de 5 ¾ minutos y está a cargo de poner las cosas en marcha con una disposición ritualística cuya cadencia lánguida está diseñada para dejar que el motif central imponga y reitere consistentemente su señorial tenebrismo. El canto también muestra consistencia en su enérgica contundencia, siendo así que cerca del final apela a sus niveles más pronunciados de mágica intensidad. Luego sigue ‘La Louve’, pieza que se sitúa en una dimensión más etérea del espectro sonoro creado por el grupo aunque preservando la aureola de tenebrismo metafísico. El hecho de que no se emplee la batería en este bloque instrumental ayuda a concretar solventemente este factor. En todo caso, la estructura musical creada para esta ocasión pasa a niveles acrecentados de majestuosidad mientras el canto impone su nerviosa prestancia y el bloque instrumental trabaja un elegante juego de matices en su inquietante núcleo temático. ‘Kate’ abre más caminos claros y senderos definidos a la elaboración de tonalidades jazzeras, lo cual se hace notar especialmente en los fraseos de la guitarra y el meticulosamente sobrio groove de la batería. El piano ostenta un minimalismo flotante donde las parcas notas perecen emular el aleteo de campanas funerarias más que el empleo habitual del piano. La cuarta pieza de “Libertad” se titula ‘La Libanaise’ y también es la más extensa con sus 10 ½ minutos de duración. Con una actitud de convincente ahondamiento en la faceta reflexiva del grupo, en cierto modo la banda refuerza la espiritualidad mística de ‘Kate’, pero esta vez emplea un ropaje psicodélico para dar forma al centro temático. También notamos un lirismo luminoso acorde con los estándares más habituales de la escuela originaria del movimiento progresivo aunque sin renunciar del todo al vitalismo tortuoso tan propio del Zeuhl como del RIO. En la frontera de los seis minutos y cuarto suena un golpe de gong que anuncia el inminente arribo de una sección potente en la que el grupo elabora una estupenda cruza de COS, WEIDORJE y el GONG de la etapa 76-78. El canto de Lionet pasa de lo extrovertido a lo airado con toda la soltura del mundo.

  

El penúltimo tema del disco es el que justamente le da título, y su largo pasaje prologar reitera el aura majestuosa que ya disfrutamos antes en ‘La Louve’, pero sabemos que esta actitud sigilosa es algo que no habrá de durar mucho… o al menos, eso sospechamos. Nuestras sospechas se confirman a poco de pasada la frontera del tercer minuto y medio, pues es entonces que el canto se torna más agresivo en un anuncio del vigor gozoso que ha de instaurarse poco después. Realmente estamos asistiendo al momento auténticamente celebratorio del disco: la colorida musculatura del canto, la vivaz explosividad de la guitarra y el swing alegremente machacante provisto por la dupla rítmica gestan una sonoridad imperiosamente exuberante. Durando poco menos de 5 ¼ minutos, ‘Mister Hopper’ se encarga de cerrar el repertorio: por el título se puede adivinar fácilmente que se trata de una elegía en memoria del ya fallecido maestro histórico de la escena Canterbury Hugh Hopper (ya tiene casi 7 años de muerto, ¡cómo pasa el tiempo!). En todo caso, el tenor de esta pieza no es elegíaco sino melancólico con un talante relajado. Percibimos aquí algunas señas del clásico “Six” de SOFT MACHINE aunque también son inocultables las referencias a los paradigmas de POTEMKINE y ZAO. La expresividad del canto de Lionet llega en varios momentos a manifestar una agitación conmovedora en lo que más parece una exhortación a una visita fantasmal en vez de un lamento. Un comedido fade-out pone fin al asunto mientras el canto se va serenando en los instantes conclusivos: el disco conquista un estupendo broche de oro. 


  

Llega un poco tarde esta reseña pero es mejor tarde que nunca para ensalzar la intensa belleza que se genera desde el posicionamiento musical de ANAÏD, una de las bandas más importantes de las vertientes más osadas del ideal progresivo en Francia. Celebramos que su disco de retorno “Libertad” conjugue tan bien la liberalidad inherente a la ardiente acción inspirada por el corazón con la luminosa disciplina focalizada en la inspiración intelectual. ¡Un disco imperdible de verdad!


Muestras de “Libertad”.-
Barcelona + la Libanaise:  https://www.youtube.com/watch?v=H1hnoKgw3Zk

No comments: