Sunday, August 20, 2017

WESERBERGLAND: una nueva forma de hacer krautrock


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el turno de presentar a WESERBERGLAND, un proyecto progresivo de inspiración krautrockera que gira en torno a dos jóvenes veteranos de la vanguardia noruega de los tres últimos decenios: Ketil Vestrum Einarsen (flauta, clarinete, teclados, guitarras y programaciones) y Mattias Olsson (batería y percusiones), siendo así que el primero es el líder de esta empresa musical. El enfoque estilístico de este grupo va, como dijimos, por el krautrock, pero su manera tan cálida y colorida de lleva ra cabo esta empresa tan particular también permite hilvanar un sano eclecticismo que incluye elementos de sinfonismo, space-rock y psicodelia. El primer disco producto de esta asociación es “Sehr Kosmisch, Ganz Progisch”, publicado a fines de mayo pasado. El ensamble se completa con otros dos músicos llamados Gaute Storvse y Jacob Holm-Lupo, quienes se turnan en las labores al bajo y a la guitarra; por supuesto, este último nos suena de WHITE WILLOW, ¿a que sí? Mirando a la dupla fundadora de WESERBERGLAND, por supuesto que ese trabajólico del rock progresivo contemporáneo que es Mattias Olsson también nos remite a la etapa presente de la banda italiana IL TEMPIO DELL CLESSIDRE, así como en WHITE WILLOW, KAUKASUS, NECROMONKEY, MOLESOME, además de su glorioso pasado en ÄNGLAGÅRD. Su colega Vestrum Einarsen es un veterano de JAGA JAZZIST, GEIR LYSNES y MOTORPSYCHO, y ya ha tenido una membrecía vecina con la de Olsson en KAUKASUS, proyecto también enfocado en darle un giro novedoso y más fresco al legado electrónico krautrockero a la música progresiva de hoy en día. 
Otros colaboradores de turno son los teclistas Lars Fredrik Frøislie, Stephen James Bennet y Brynjar Dambo, el trompetista  Tetsuroh Konishi, el saxofonista Lars Horntveth, el trombonista Erik Johannessen y el guitarrista Einar Baldurson, además de contar con Roger Langvik como creador de efectos sonoros cibernéticos para el último tema del disco. Lo que brinda de novedoso el ideario sonoro de WESERBERGLAND es, como repetimos, una estrategia más cálida a esta vertiente musical. A propósito, el nombre del ensamble viene de las colinas de Weser, situadas en la Baja Sajonia y Renania del Norte-Westfalia. Posiblemente sea esta imagen rural la que explique el porqué del enfoque musical diseñado por el dúo, en oposición a inspiraciones urbanas y posmodernas. Pero bueno, es solo una especulación de nuestra parte y ya va siendo hora de recorrer los detalles del repertorio de “Sehr Kosmisch, Ganz Progisch”.



El repertorio del álbum comienza con ‘Tanzen Und Springen’, una pieza mágica y cautivadora que en su primera parte se complace en desplegar un dinamismo sobriamente etéreo sobre un compás meticulosamente articulado en su arquitectónico swing. El modo en que van fluyendo las capas de sintetizador, tanto en lo que se refiere a las cortinas básicas como al conciso motif, determina a casi la totalidad del ambiente sonoro en curso. Cuando más adelante emerge un flotante solo de guitarra, el cálido despliegue de psicodelia progresiva asume un cierto aire sinfónico: de hecho, este solo emite un aura Genesiana francamente inocultuable. Para la segunda parte, la pieza vira hacia un talante post-rockero sabiamente impregnado de vibraciones electrónicas, casi al modo de una cruza entre RED SPAROWES, los TANGERINE DREAM de fines de los 70s y HARMONIA: lo que antes era calidez envolvente ahora se convierte en melancolía crepuscular arropada por una ingeniería musical amable. Un nuevo solo de guitarra asienta una actitud asertiva con una imponente riqueza emocional antes de que la batería se quede sola durante el fade-out. Luego de este estupendo inicio de álbum sigue un tema que dura casi 15 ¾ minutos y que se titula ‘Das Trinklied Von Jammer Der Erde’. En una primera instancia, las cortinas de múltiples sintetizadores en torno a las que se centra su cuerpo central nos remite a un híbrido de los KRAFTWERK de la etapa 74-75 y al JEAN-MICHEL JARRE del periodo 78-82, aunque las crecientes dosis de intensidad y groove que Olsson crea con su arsenal percusivo a través del rectamente delineado swing aportan un muy eficaz recurso de musculatura al asunto. El compás en 7/8 que se emplea en algún momento ayuda a instaurar una irresistible aureola de sofisticación progresiva: la alternancia de bellos solos de sintetizador y guitarra también ayudan mucho al respecto. Cuando entra a tallar un fabuloso solo de flauta, el colorido sonoro completa todo su potencial mientras nos preparamos para recibir cualuqier nueva variante que vaya a surgir... y en efecto, poco antes de llegar a la frontera del octavo minuto, nos topamos con un llamativo interludio donde confluyen los TANGERINE DREAM del “Stratosfear” y los PINK FLOYD de la etapa 73-75. Así, el ensamble se prepara para otro momento climático donde da rienda suelta a su magnificencia esencial portando el empuje de toda la labor previa, desembocando finalmente en un epílogo cósmico que comienza en clave delicada y termina con un leve matiz perturbador. Aquí hemos tenido tal vez el cénit definitivo del disco, pero todavía nos quedan 21 minutos de deleite melómano en el horizonte cercano.

Comienza la segunda mitad del disco con ‘Die Kunst Der Fugue’, otra pieza de considerable duración (ocupa un espacio de 12 minutos). Ésta se proyecta durante más de ocho minutos sobre un groove llamativo y contundente manejando una ingeniería fastuosa en su sólida amlagama de sintetizadores y guitarras. A partir de allí, vira drástica y radicalmente hacia una arquitectura rítmica electrizantemente compleja donde Olsson se erige como erudito déspota de la situación; por su parte, la claridad melódica vertida en los imparables fraseos de la guitarra y los majestuosos arreglos de los múltiples teclados inundan espacios por doquier al modo de una orgía palaciega que se desborda bajo la única iluminación de una aurora boreal. Estupenda, realmente estupenda resulta esta mezcla de lo tenso y lo celebratorio que parece reflejar el neurótico festejo en nombre de una gesta difícil. En fin, ‘Tristrant’ pone fin a las cosas usando un enfoque un poco más cáustico (solo un poco) al esquema rítmico, los arreglos de teclados y el desarrollo temático – un poco a lo NECROMONKEY y también a lo MOLESOME –, pero siempre abriendo algún espacio para la elaboración y planteamiento de ornamentos que permitan que el resultado final ostente la sofisticación progresiva de la cual este disco ha venido haciendo gala desde el primer instante. Encontramos aquí una nueva instancia de cercanía con el modelo de HARMONIA (especialmente, el segundo disco) y la línea de trabajo de los TANGERINE DREAM en sus últimos discos de los 70s, pero también es cierto que el peso de la dimensión electrónica de los multifacéticos JAGA-JAZZIST sale a relucir a sus anchas. Siendo en lo compositivo la pieza menos enmarallado que cualquiera de las tres piezas precedentes, se impone con fulgurosa autoridad para brindar al repertorio un magnífico broche de oro. 


Todo esto fue “Sehr Kosmisch, Ganz Progisch”, la primera labor musical gestada por esta señorial asociación de los Sres. Vestrum Einarse y Olsson. Esperemos que de los cuarteles de WESERBERGLAND salgan más trabajos musicales en el futuro próximo, pues la verdad que el ítem que acabamos de reseñar nos ha dejado plenamente satisfechos y con ganas de más. ¡Recomendado al 200%!


Muestras de “Sehr Kosmisch, Ganz Progisch”.-

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